martes, 11 de febrero de 2014

En el mismo barco

El día que me di cuenta que mi marido por fin estaba en mi mismo barco, fue hace dos años.

Yo ya llevaba remando hacía Australia desde hacía otros dos años más! Con 24 años casi recién cumplidos me embarqué en esta aventura, pero al principio estaba totalmente sola en mi barquita. Mi marido no me entendía, de hecho al principio a él le daba igual tener hijos ... tuve que "casi obligarle" a que se hiciera las pruebas, y aun asi cuando llevábamos año y medio de búsqueda me dijo que lo dejábamos que me veía muy estresada.

Mi barca se iba a la deriva...

Pero llegó el día. Estábamos de vacaciones los dos solos, nos lo pasamos muy bien, disfrutamos mucho el uno del otro, comimos, bebimos, paseamos por la playa y recibimos la llamada de que unos amigos nuestros querían cenar con nosotros que querían decirnos algo. Obviamente yo me olía la noticia que me iba a dar, aun asi cuando quedamos con ellos, en el restaurante cuando llevábamos 15 minutos (yo ya había analizado todos sus comportamientos, bebía solo agua, pidió una ensalada y dijo que estuviera bien lavada la lechuga..) y llegó el momento...nos anunciaron que estaban embarazados. Ya lo sabía, pero aun así, no pude evitar mirar a mi marido, y de repente y sin poder controlar ya estaban las puñeteras lágrimas apuntito de asomar. Nos miraron extrañados y nos preguntaron ¿vosotros también estáis embarazados? y ya ahí no aguanté y llorando les dije que no, que nosotros no podíamos tener hijos, y me fue a llorar al baño. Vaya vergüenza, pobre amigos!! Cenamos, y cuando por fin nos llevaron a nuestro hotel, nos despedimos y mi marido me miro a los ojos y me dijo :

- Tranquila, estoy contigo.

Y me abrazó. Uno de esos abrazos de los buenos, de los que todo lo calman.

A partir de ese día hemos remado los dos juntos, nos hemos enfrentado a muchos temporales que incluso nos han hecho retroceder,quedarnos sin fuerzas, pero hemos seguido, juntos y cada vez mas fuertes. Y lo mejor de todo, nuestra barca no está sola, en nuestro trayecto hemos conocido gente como nosotros que les ha tocado ir también en este medio, y que nos apoyamos, damos ánimos, y sin lugar a dudas es lo mas positivo de este camino, toda esa gente que hemos conocido!


""Decidir tener un niño es como planificar un viaje a Australia. Has oído que es un lugar maravilloso, has leído muchas guías y te sientes preparado para ir. Todo el mundo que conoces ha viajado allí en avión y comenta que puede ser un vuelo turbulento con ocasionales aterrizajes forzosos, pero tú ¡sabes que vas a ser mimado en ese viaje! Por lo tanto vas al aeropuerto y pides en el mostrador un billete para Australia. ¡Vaya! Parece que no hay sitio para ti. Tendrás que esperar al siguiente vuelo, impaciente pero a sabiendas de que será un vuelo maravilloso. Y tú esperas, esperas, esperas...
Continuamente llegan y salen aviones. La gente te dice cosas como "Relájate, te embarcarás pronto”, o verás cómo otros que ya estaban embarcados deciden a última hora cancelar su vuelo. Después de mucho tiempo de espera la agencia te dice: "Lo siento, pero nos va a ser imposible conseguirle un vuelo a Australia, quizá debiera pensar en ir en barco". ¡En barco! Te dices, pero ir así me llevará mucho tiempo y será muy caro y he puesto todo mi corazón en ir allí en avión. Triste te vas a casa y piensas que a lo mejor es una buena idea no hacer el viaje. Te preguntas si Australia va a ser tan bonita si vas allí en barco. Pero has soñado tanto con ese viaje que al final decides ir allí por mar. Es un viaje largo y difícil, y nadie te mima. Te llegas a preguntar si alguna vez llegarás a ver la costa y mientras tanto tus amigos han realizado allí varios vuelos, hablando siempre maravillas del lugar. Entonces, un glorioso día, el barco atraca en Australia. Es más exquisita de lo que te habías imaginado y su belleza se magnifica después de un viaje tan largo. Has hecho buenos amigos en la travesía y te has encontrado a ti misma comparando tu historia con la de otros pasajeros.
La gente continuará volando a Australia tan a menudo como quiera, pero tú sólo podrás navegar hasta allí una vez, quizá dos con suerte, y tendrás que seguir oyendo cosas como: "¡Qué afortunada, tú no tuviste que volar! ¡Mi vuelo fue horrible!" mientras tú te preguntas cómo hubiera sido ir volando a Australia. Pero ahora ya sabes que has sido bendecida con una nueva visión del lugar y que la belleza de Australia no reside en el modo en el que vas hasta allí, sino en el lugar mismo"."


4 comentarios:

  1. a veces les cuesta un poco mas, pero lo importante es que reméis juntos.
    Siguiendo con la metáfora, no importa la forma de llegar por que con lo que sueñas es con el destino final, así que a seguir remando que cada estáis mas cerca.
    un besazo

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Ester, si, la verdad que es muy importante remar juntos, y la verdad que es una suerte poder hacerlo!! Esto nos une mas como pareja asi que no todo es malo :)
    Muchas gracias ojalá estemos ya mas cerquita!!

    Un beso!

    ResponderEliminar
  3. Hace un par de días estuve leyendo este post y me encantó. Te escribí un comentario pero no se que pasó que no salió.
    Decirte que la metafora del viaje a Australia me llegó. Realmente es así, alguna gente lo tiene muy facil, muy cómodo, mientras otras y otros tenemos que remar miles de kilometros con olas y tempestades.
    No te canses de luchar, que con la insistencia y la esperanza casi siempre se llega.
    Te mando todas mis energías para ese viaje en Barco. El destino merece muchisimo la pena.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, ya veo que tu tienes doble recompensa y ver ejemplos como el tuyo nos da muchas esperanzas que se puede llegar, que podemos pisar Australia!!
      Un beso!

      Eliminar

Encantada de leerte ...