Mis pérdidas

Ahora con el tiempo creo que es momento de contar cómo me sentí cuando en un periodo de 8 meses, tuve cuatro pérdidas.

Asi leído suena fuerte, pero yo lo viví de una manera diferente… simplemente pasaban y pasaban y no me daba ni cuenta, era una piedra mas para la mochila de mis espaldas.

La primera vez que me enteré que estaba abortando, habían pasado tres años… tres largos años de búsqueda, de lucha, de llantos, de caídas, de médicos, de muchas preguntas sin respuestas y por consiguiente, de mucho dolor.  En ese tiempo NUNCA me había quedado embarazada, me da ahora mucho coraje decirlo pero incluso sentía cierta envidia por no haber pasado ni si quiera por una pérdida … lo escribo y me duele que esto salga de mi, pero fruto del dolor que sentía , solo quería saber que era capaz de quedarme embarazada, aunque luego lo perdiera… pero era tal mi desesperación que incluso pensaba en cosas indeseables, ilógicas … solamente quería ver que mi marido y yo no éramos incompatibles, que se podía producir embarazo, lógicamente luego no quería perderlo, pero el simple hecho de conseguir un positivo, en ese momento abrían muchas puertas, despejaban muchas dudas  porque el no saber qué pasaba , era ya extremadamente inaguantable.

Pido perdón a la vida,y a todas las personas que han pasado por abortos, y que lean ahora mis palabras no quisiera ofenderlas, porque no hay nada mas doloroso como conseguir tu sueño y que te lo arrebaten y ni si quiera puedo imaginarme cuando el embarazo es mas avanzado...

El primer aborto llegó, casi sin darme cuenta, porque me enteré de que estaba perdiéndolo antes de saber que estaba embarazada… ya llevaba tres días sangrando cuando me dijeron que estaba perdiéndolo. Entonces fue una mezcla de sensaciones:

• La primera de culpabilidad, porque tuve la sensación que fue por mi culpa, o de la clínica o fue una mezcla de las dos, pero si no me hubiera dejado de tomar la progesterona, igual no hubiera desencadenado el aborto… entonces me pesa y me da pena, rabia y dolor poder imaginarme que igual estuvo en mis manos.
• La segunda sensación fue como agridulce, “habíamos conseguido embarazarnos! Y de manera mas o menos natural!! Era una noticia increíble para nosotros y en algún momento nos llegamos a poner incluso contentos, porque sentíamos que si lo habíamos conseguido una vez seguro que a la próxima lo conseguiríamos.
• La tercera… pena, pena porque no se hubiera quedado,vacio por acariciar con las manos la felicidad y de repente se esfumara, ¿por qué? ¿por qué ha de ser tan difícil? , dolor por saber que un trocito de vida se había agarrado dentro de mi, después de tres años …. Tanto tiempo… pudiendo haberse quedado, ahorrándonos el sufrimiento de después.

El segundo y tercer aborto fueron muy parecidos, fueron muy muy tempranos, y parecía que la pesadilla se repetía, mismo procedimiento, test positivo pero muy claro y a los dos días negativo… como un mal sueño…¿dos veces pasando lo mismo? ¿Qué clase de bromas eran estas ?Ese primer momento de ver la rayita y esa emoción, aunque fuera por una tarde o un día… eso no me lo quita nadie, pero empezó a pasar algo, ya no me creía los test +++ y creo que me hice una coraza… Estaba pasando por pérdidas pero no las veía como tal, solo como que había un problema. Es como si un TE positivo no indicara nada, y por tanto sentía alegría, si, pero a la vez no me decía mucho mas, solo que había dado un pasito mas, como otro tanto que había dado durante estos años. Sentía como cuando te sometes a una FIV y te llaman en el laboratorio para decirte que tus embriones han llegado a blastocistos y son de buena calidad. Sientes alegría pero sigue la incertidumbre, hay quedar mas pasos. Pues eso es lo que sentía con mis embarazos truncados, eran pasos que acababan mal. Y duelen,claro, pero no me dolían mas que una beta negativa, una mala noticia durante el tratamiento … Creo que llevaba demasiado dolor en las espaldas para intentar ser capaz de tragar mas dolor.

El cuarto si que dolió un poco mas. A pesar que la clínica estaban optimistas, después de mi historial cuando me dieron la noticia de que la beta era positiva, seguía sin creérmelo, solo sentía que había dado un pasito, esta vez mas largo que las otras veces pero tampoco mucho mas. Me olía que tampoco iba a salir bien, no por ser negativa simplemente lo sentía… aun asi Márido y yo nos permitimos el lujo de fantasear, de creernos embarazados sabíamos cuando nacería porque antes del tratamiento sabíamos la fecha, nos coincidía en una boda importante pero nos hacía mas ilusión tener la posibilidad de tener un bebé con el tratamiento que cualquier otra cosa, asi que me acuerdo como soñábamos despiertos, cuantos planes sin darnos cuentas, dejamos volar tanto la imaginación…después de casi cuatro años de esperar ese momento,  nos dejamos ir demasiado, sin querer, pero es que sabía tan dulce ese momento, era tan de ensueño, era estar en una nube, tocar de nuevo la felicidad con las puntas de los dedos....

Pero después de unos días de nuevo nos comunican que algo no va bien, la beta no evoluciona… y de nuevo sueños rotos, dolor…. Sumado a enterarse de embarazos cercanos… muy cercanos de los que duelen y aunque una intenta ser de piedra, y la beta que no bajaba, subía un pelin pero era baja... mi bebé no se iba... y llego una nueva caida pero tampoco tan grande como otras , una mas, porque las demás caídas que se llevan cuando estas en estos tratamientos son también muy duras, por eso, aunque las perdidas me han dolido, debo estar un poco anestesiada. Este ultimo aborto me dolió porque nos permitimos el lujo de creernoslo...pero no me dolió mas que el saber en mi ultima FIV mis dos embrioncitos perfectos se habían casi parado por no ponermelos antes dentro de mi, me pesa mucho esa culpabilidad de no haberles insistido para que me los pusieran antes ,porque dejarlos mas fueron su muerte segura, mis dos futuros bebés... pobrecitos mios, aunque para muchos eran solo células... saber que encima mueran por un mal cultivo...pero que dentro de mi igual si que hubiera salido hacia delante. Es también muy duro, no son dolores comparables son piedras que se suman a nuestra mochila, la que tú y yo llevamos.